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La de ayer fue una jornada alucinante, de convivencia masiva, que hizo brillar los 25 años del Festival Vive Latino, donde Caifanes convocó a un gran ritual, en el cual alzó la voz y clamó: ningún ser humano es ilegal e hizo el recinto con una versión de Clandestino, de Manú Chao.

“América es un continente donde vivimos millones de latinos con cultura, historia, fuerza, sueños; con muchas ganas de que el continente crezca. Queremos darle la bienvenida a nuestros paisanos que han sido corridos desde el otro país, injustamente. Aquí está tu casa, te necesitamos, regresa, vente pa’ca carnal vamos a crecer juntos. Además el continente americano va durar muchos siglos y por la eternidad siempre se llamará el Golfo de México.”

Cuando apareció la banda y comenzaron los acordes de los Dioses ocultos, a la que siguieron Viento y miedo, entre otros himnos, los miles de asistentes formaron un gran coro que acompañó sin tregua a Saúl Hernández.

El estadio estalló en fiesta y regocijo, acompañando a la mítica banda con sus rolas, soundtrack de varias generaciones. Además estrenaron Y caíste, rola que apenas lanzaron el martes pasado, la cual se sumó a otros temas de años recientes como HeridosSólo eres tú e Inés.

«Ni una más»

Se pugnó por ni una más en referencia a los feminicidios que continúan sacudiendo al país y se escuchó a Vivir Quintana, en video, con su Canción sin miedo.

La agrupación integrada por Hernández, Alfonso André, Diego Herrera, Rodrigo Baills y Marco Rentería, agradeció la presencia de la raza poderosa e imbatible.

Caifanes regresó con toda la actitud al Vive Latino, luego de haber agotado taquilla en agosto pasado en el mismo Estadio GNP, lo cual volvió a refrendar este sábado al saturarse el inmueble durante el mágico y catártico ritual.

Antes, por la tarde, un público vibrante abarrotó, la hirviente explanada del Estadio GNP Seguros, con la pura sabrosura de El Gran Silencio, que celebra sus 32 años.

Con baile, slam y tributos a José José y Celso Piña, los miles de asistentes disfrutaron de la banda regiomontana, cuya presencia fue el preludio de que lo que sucedió después en Amazon, el escenario principal, donde más tarde llegaron con toda su energía Caifanes, Scorpions y Molotov, pero con Jay de la Cueva, sustituyendo a Tito Fuentes.

Antes de que Caifanes, banda comandada por Saúl Hernández, apareciera en el escenario, Siddharta ofreció un concierto que encantó a miles de seguidores y cobijó con su canto una tarde que iba cayendo.