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Cuando faltaban ocho kilómetros para el final, decenas de personas que portaban banderas de Palestina y coreaban consignas contra el “genocidio” perpetrado por Israel contra el pueblo de la franja de Gaza bloquearon la carretera, por lo que se decidió suspender la carrera.

Solo faltaba el tramo final en el que se preveía una ardua batalla entre el grupo de escapados de la Vuelta ciclista a España, una de las carreras por etapas más prestigiosas del mundo, junto al Tour de Francia y el Giro de Italia. 

Finalmente se optó por acortar el recorrido y dar por ganador al ciclista que en ese momento iba en cabeza, el colombiano Egan Bernal, que superó por sólo unos metros al español Mikel Landa.

Los manifestantes repudiaban la presencia del equipo Israel Premier Tech, financiado por el empresario multimillonario canadiense de origen israelí Sylvan Adams, un declarado sionista y entusiasta defensor de la política bélica del mandatario de su país, Benjamín Netanyahu.

Era una de las etapas más duras y exigentes de la semana, que recorrió una de las zonas más agrestes y bellas de España, la parte noroeste de Galicia, a lo largo de 168 kilómetros y más de tres mil 800 metros de desnivel positivo de ascenso.

La dureza era extrema, además una buena parte de la etapa se vio condicionada por una intensa e incesante lluvia que obligó a los ciclistas a extremar la precaución, sobre todo en la bajadas, muy rápidas y con curvas serpenteantes sin tregua.