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Largas filas se siguen registrando en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma para observar el modesto sitio asignado al Papa Francisco, enterrado la víspera en Roma tras un multitudinario funeral, a la espera del crucial cónclave para elegir al nuevo líder de la Iglesia católica.

Entre la multitud se observa a miles de jóvenes que han viajaron a Italia para la canonización de Carlo Acutis, el primer santo millennial, y que finalmente fue aplazada. “Me alegra estar cerca de él, un papa que ayudó a todo el mundo”, dijo Julia Graf, una adolescente austriaca de 13 años.

La sepultura del Pontífice 266 es un reflejo de la imagen de sencillez que quiso dar en vida. Está situada en un costado del templo del siglo V, en un antiguo armario para candelabros, entre dos confesionarios.

El cónclave podría empezar el 5 o el 6 de mayo —después de cumplirse el novenario por la muerte del Papa—, indicó días atrás el cardenal luxemburgués Jean-Claude Hollerich. Para su par alemán Reinhard Marx, podría durar sólo “unos días”.

La fecha precisa de inicio podría conocerse hoy, cuando los cardenales tienen previsto celebrar su quinta reunión en la Santa Sede desde el deceso del papa Francisco.