Más del 25 por ciento de niños menores de 5 años sufre «pobreza alimentaria severa» en el mundo, lo que significa que más de 180 millones de niños corren el riesgo de padecer graves consecuencias para su salud si no tienen una dieta nutritiva y diversificada, advirtió Unicef.
Un número «impactante» de niños «sobreviven con una dieta muy pobre, consumiendo productos de dos o menos grupos de alimentos», explicó Harriet Torlesse, una de las autoras del informe publicado el miércoles por la noche.
Según las recomendaciones de la agencia de la ONU para la infancia, los niños pequeños deben consumir diariamente alimentos de al menos cinco de los ocho grupos (leche materna, cereales, frutas y verduras ricas en vitamina A, carne o pescado, huevos, productos lácteos, legumbres, otras frutas y verduras).
Sin embargo, 440 millones de niños menores de 5 años (66 por ciento) que viven en 137 países de ingresos bajos y medios no tienen acceso a estos cinco grupos todos los días, por lo que sufren «pobreza alimentaria».
Y de ellos, unos 181 millones (27 por ciento) consumen muchos alimentos de dos grupos.
Estos «niños que sólo comen dos grupos de alimentos al día, por ejemplo, arroz y un poco de leche, tienen un 50 por ciento más de probabilidades de sufrir formas graves de malnutrición», advirtió la jefa de Unicef, Catherine Russell, en un comunicado de prensa.
Situaciones graves como la desnutrición o una delgadez extrema pueden conducir a la muerte.
Y si estos niños sobreviven y crecen, «no prosperan». Les va peor en la escuela, y de adultos les cuesta más ganarse la vida, lo que mantiene el ciclo de pobreza de generación en generación», prosiguió Torlesse.
«El cerebro, el corazón y el sistema inmunitario, que son importantes para el desarrollo y la protección contra las enfermedades, dependen de las vitaminas, los minerales y las proteínas», insistió la experta en nutrición.