Seleccionar página

dallastLuego de sufrir la segunda derrota del año ante Gigantes, el reto para Vaqueros era recuperar su credibilidad y la única manera de lograrlo era con una victoria sobre los Bucaneros y precisamente eso fue lo que hicieron en un duelo sumamente complicado. Lo más importante era que Dak Prescott retomara confianza luego de dar su peor duelo ante los neoyorquinos.

 

El primer cuarto presagiaba una noche sencilla para Cowboys, pero de nueva cuenta los errores (castigos), fueron el peor enemigo de los de la Estrella Solitaria y cuando quedaban todavía tres minutos en el último cuarto, ya tenían 91 yardas en contra y un touchdown anulado gracias a un sujetando de Tyrone Smith.

 

Ezekiel Elliot recordó sus mejores tardes acarreando el ovoide y superó la centena de yardas ante una defensiva que no puso mucha resistencia en la trinchera; fue precisamente el exitoso ataque terrestre lo que abrió a los profundos de Tampa y Prescott lo aprovechó para encontrar a sus receptores.

 

En las últimas semanas el área que había tenido a Vaqueros en el juego, era la defensiva y ayer fue el jugador de segundo año, David Irving, liniero, quien presionó una y otra vez a Winston. El pasador de Bucs va a soñar con el 95 de Dallas, pues lo capturaron dos ocasiones y provocó un balón suelto.

 

Con el partido ya casi resuelto, los linieros de Cowboys cargaron sobre Winston y obligaron al visitante a despear con la pausa de los dos minutos encima y lo único que restaba por hacer, era consumir el reloj y la fórmula la tienen dominada en Dallas: correr con Elliott y bajarle lo mayor de tiempo posible. De nuevo los Vaqueros se vuelven contendientes y despejaron las dudas.

 

Todavía cuando los Bucaneros buscaban una desesperada oportunidad con menos de un minuto de juego, los frontales volvieron a ser la pesadilla de Winston y la cereza del pastel llegó con una intercepción de Scandrick, la tercera del quarterback de Tampa.