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Alfredo del Mazo Maza, candidato de unidad por el PRI y sus partidos aliados se perfilan como los triunfadores para obtener la gubernatura del Estado de México.

Sin embargo, Morena en la persona de Delfina Gómez y bajo la campaña que realizará Andrés Manuel López Obrador en la entidad, podría ser una piedrita en el zapato de del Mazo y los priistas, que a pesar de contar con el apoyo de partidos como el PEVEM, Panal y ahora el PES, podrían  tener varios dolores de cabeza.

La maquinaria del PRI se ha puesto en marcha y la creación de once candidatos independientes, muchos de ellos allegados al partido tricolor, solo jugaran el papel de comparsas de una dictadura disfrazada de democracia.

Así ni el PAN, ni el PRD, podrán obtener la gubernatura, principalmente porque de manera individual, ninguno  tiene el porcentaje  suficiente para reclamarse ganador.

De esta forma, los partidos aliados, los candidatos independientes y los partidos de oposición, solo entraran al juego de la democracia, intentando sacar dividendos económicos para fortalecerse en la contienda del 2018.

Debemos destacar que esta coyuntura política, permitirá a Morena, específicamente a AMLO, seguir obteniendo recursos públicos para acrecentar a su instituto político, a sabiendas que no obtendrá la presidencia del 2018, pero si jugosas cantidades de dinero que permitirán al caudillo de la izquierda seguir viviendo con lujos al igual que los personajes más allegados a él.

El Estado de México, al parecer está  definido, con Alfredo del Mazo Maza, como  gobernador, pero también definirá el futuro de otros  partidos, el PVEM, Panal y PES mantendrán sus recursos públicos seguros y solo  buscaran  pasar con el 3 por cientos los cómicos del 2018 para seguir viviendo del erario público.

 El PRD, podría tener la ruptura interna más grande y morena podría ser quien  albergaría  a los militantes del partido del sol azteca que  casados de la dictadura de ADN decidirían dejar al PRD y buscar nuevos horizontes.

 En el PAN, los sueños de alcanzar la presidencia,  se diluirían, porque el Estado de México los colocaría en la realidad, que es un partido con simpatía ante la gente, pero no la suficiente para alcanzar la presidencia en el 2018.

Todo esto  confirma lo  que los analistas políticos llaman como el laboratorio político, el Estado de México es el mejor termómetro de la política nacional