El Parlamento catalán, formalmente constituido tras elecciones en diciembre, eligió este miércoles como su presidente al independentista Roger Torrent, quien deberá decidir si permite que el ex jefe regional Carles Puigdemont asuma en ausencia nuevamente el cargo.
Los partidarios de Puigdemont han propuesto que pueda gobernar la rica región a través de conexiones por vídeo, desde el exilio que se autoimpuso en Bruselas, a donde huyó en octubre para evitar ser arrestado por cargos que incluyen sedición y traición.
Madrid asumió directamente el gobierno de la región, cuya economía es más grande que la de Portugal, después de que la anterior administración catalana dirigida por Puigdemont declaró la independencia.
«Quiero contribuir a volver a unir a la sociedad catalana(…). Somos una sociedad de identidades cruzadas y múltiples», dijo Torrent tras ser elegido, en una intervención en la que lamentó la ausencia de algunos de los diputados y pidió respeto por la voluntad popular expresada en las urnas.
Una coalición de partidos partidarios de la independencia revalidó en diciembre una mayoría absoluta en unas elecciones regionales convocadas por el gobierno español, que intentó frenar el impulso secesionista de la región.
En la sesión parlamentaria, algunos escaños estuvieron ocupados por un gran lazo amarillo que se vio también en las solapas de algunos diputados que demandaban la puesta en libertad de los encarcelados, a los que se permitió votar a través de otros diputados.
De amarillo se tiñó también la plaza del Parlament, donde cientos de personas colocaron lazos de ese color.