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Ante las comisiones unidas de Educación y de Puntos Constitucionales, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, expuso la iniciativa que reforma los artículos 3°, 31 y 73 de la Constitución en materia educativa, enviada por el titular del Ejecutivo, y argumentó la necesidad de abrogar la legislación actual.

 

El funcionario federal afirmó que la propuesta, por primera vez, presenta el concepto de niñas, niños y jóvenes, a quienes se les confiere el interés supremo de la educación que imparte el Estado. “Ellos serán el centro de la educación y de todos los esfuerzos que hagamos los que estemos vinculados a ella”.

 

Contiene la revaloración de los docentes, a través de la creación del Instituto Nacional para la Revalorización del Magisterio, donde tendrán mejora continua y al que se le dota de más amplias competencias, entre las que se incluye la determinación de estándares e indicadores de resultados, y la certificación de desempeño de instituciones, autoridades y actores de la enseñanza.

 

Aclaró que la evaluación magisterial continúa, no se elimina; los maestros la aceptan, pero no ligada a lo laboral o a permanecer en la plaza. “Nuestra propuesta es hacer una evaluación diagnóstica que permita conocer dónde hay fallas e identificar áreas de oportunidad, para diseñar un modelo de capacitación para los docentes, en el cual se invierta, y no en publicidad”.

 

Además, al magisterio nacional se reconoce por primera ocasión como agente de cambio y se garantiza su desempeño a través de un nuevo servicio de carrera profesional.

 

También se fortalecen las escuelas normales y las instituciones de educación superior que brindan formación pedagógica, para mejorar sus métodos de enseñanza y mejorar la calidad de la formación. “Para cambiar la educación debemos ir al origen, y el de la formación magisterial son las normales, a las que se propone apoyar en la iniciativa”.

 

Moctezuma Barragán aseguró que de continuar con la actual estrategia, el daño a niñas, niños, jóvenes, maestras y maestros, sería irreparable. “Esa es la responsabilidad de hacer el cambio y abrogar la fallida reforma y dar un nuevo cauce al proyecto educativo hacia una nueva etapa. Lo mejor de la educación está por venir. No veamos lo que quedó atrás, sino lo que hay por delante”.