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Una deportista polaca subastó la medalla olímpica de plata que obtuvo en los Juegos de Tokio 2020 para ayudar a pagar los gastos de una operación que le salvaría la vida a un niño, pero al final una cadena de supermercados asumió el costo y podrá mantener su presea.

Maria Andrejczyk, lanzadora de jabalina de 25 años que superó un cáncer de huesos y una lesión en el hombro para competir en los recientes Juegos Olímpicos, dijo que decidió subastar su medallas para ayudar al niño al saber lo mucho que ella tuvo que “luchar contra la adversidad y el dolor”.

El dinero fue destinado para Milosz Malysa, un niño con una insuficiencia cardiaca y cuya familia ha estado recabando dinero para que pueda ser operado en Estados Unidos; los padres del niño afirmaron que su hijo podía morir pronto si no era operado.