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El conjunto culé se impuso de manera contundente por marcador de 6-0 a un inoperante equipo universitario. La edición 57 del Trofeo Joan Gamper fue para el Barcelona, Pumas cayó 6-0 en su visita al Camp Nou y fue mera comparsa de la fiesta que organizó el cuadro culé para dar el banderazo de salida a la temporada 2022-2023. Dani Alves volvió a la cancha en la que vivió algunas de sus mayores glorias.

El inmueble fue testigo del retorno del laureado brasileño, aunque esta vez lo hizo portando un puma en el pecho, el último adiós de Alves a la afición catalana enfrentó al equipo de sus amores con su actual club, Barcelona ante Pumas. Con dos minutos en el reloj el Barcelona orquestó el primer tanto del partido. Lewandowski tomó el balón y ante la salida de Julio González el polaco optó por avanzar a la línea de fondo, cuando parecía que no había ángulo de tiro, el flamante refuerzo culé soltó un zapatazo cruzado que se incrustó entre Nico Freire y el poste y que culminó al fondo de la red.

Con el tanto en contra, Pumas no pudo reaccionar y dos minutos después le hicieron el segundo, Lewandowski filtró el balón a Pedri, una cortesía por el pase que recibió del juvenil minutos atrás, la definición eludió a Julio González y el Barcelona amplió su ventaja en el marcador. Dembélé anotó el tercer tanto, con las facilidades que otorgó Aldrete en la marca a Rafinha y la definición del francés ante la nula presión de Freire Pumas se vio totalmente perdido, abrumado por el ambiente y el reto que representó pisar la cancha del Camp Nou.

Carente de deseo, de garra y de lucha, así se vio el cuadro universitario desde el inicio y más aún al paso de los minutos, la fórmula Lewandowski-Pedri volvió a funcionar. El pase del polaco fue de fantasía, un taconcito que no supo resolver el Palermo Ortiz, la definición a velocidad de Pedri dejó sembrado nuevamente a Freire. Si bien, en los momentos previos al arranque del partido, la afición blaugrana coreó el nombre de Dani Alves en señal de afecto y respeto, el jugador desapareció con el silbatazo inicial. Alves no fue protagonista, y su presencia no marcó una diferencia, el brasileño buscó el esférico en más de una ocasión, pero las carencias en defensa y ataque de sus compañeros le impidieron tomar un rol de mayor.