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Ucrania dijo que Rusia destruyó casas en el sureste y dejó sin electricidad a muchos lugares con una nueva ronda de ataques con misiles, mientras Occidente imponía un tope de precios al petróleo ruso transportado por mar para intentar limitar la capacidad de Moscú de financiar su invasión.

El nuevo bombardeo se esperaba desde hace días y se produjo en un día en el que debían terminar los apagones de emergencia, con los daños anteriores reparados. Los ataques volvieron a sumir a partes de Ucrania en una oscuridad glacial, con temperaturas por debajo de cero en todo el país.

Los ataques se produjeron después de que se informó de explosiones en dos bases aéreas dentro de Rusia, ambas a cientos de kilómetros de Ucrania. Una de ellas, la base de Engels, en la región de Saratov, alberga bombarderos que forman parte de las fuerzas nucleares estratégicas rusas.

Tres personas murieron al explotar un camión cisterna de combustible en la base aérea de Ryazan, a 185 kilómetros al sureste de Moscú, según informó la agencia estatal rusa de noticias RIA.

Ucrania acababa de volver a los cortes de energía programados desde el lunes, en lugar de los apagones de emergencia que ha sufrido desde los ataques rusos generalizados del 23 de noviembre, la peor ola en la ofensiva contra la infraestructura energética que comenzó a principios de octubre

Rusia ha dicho que los ataques están diseñados para degradar al ejército ucraniano, pero Kiev asegura que están claramente dirigidos contra los civiles y que, por tanto, constituyen un crimen de guerra.

En este contexto, este lunes entró en vigor un tope de 60 dólares por barril para el crudo ruso transportado por mar, la última medida occidental para castigar a Moscú por su invasión. Rusia es el segundo mayor exportador mundial de petróleo.

El acuerdo permite que el petróleo ruso se envíe a terceros países utilizando buques cisterna de los países del G7 y de la UE, compañías de seguros e instituciones de crédito, sólo si el cargamento se compra a un precio igual o inferior al tope de 60 dólares por barril.

Moscú ha dicho que no acatará la medida, aunque tenga que reducir la producción. Ucrania quiere que el límite sea más bajo: Zelenski dijo que 60 dólares no es lo suficientemente bajo como para detener el asalto de Rusia.

Una mezcla de petróleo ruso se vendía el lunes en los mercados asiáticos a unos 79 dólares el barril, casi un tercio más que el precio máximo, según datos de Refinitiv y estimaciones de fuentes del sector.