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Alrededor de las 10:30 de la mañana se llenó la plancha del Zócalo de la Ciudad de México para la llamada marcha por la defensa de la democracia convocada para este domingo. Los primeros asistentes arribaron alrededor de las 9 de la mañana, a quienes se les repartieron cientos de pancartas impresas en hojas tamaño tabloide.

“El diálogo democrático construye puentes, el autoritarismo levanta muros”, indican varios de los mensajes. Otros letreros fueron dirigidos a la consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Tadei, a quien le expresaron: “Tadei, la ley es la ley”.

A pesar de que en la convocatoria circulada en redes sociales, se insistió en que es un acto partidista, arribaron los dirigentes nacionales del PAN, Marko Cortés, y del PRD, Jesús Zambrano.

“Una vez más, la sociedad se ha movilizado, la gente está saliendo a las calles, no solo aquí en la Ciudad de México, sino en todo el país. En la exigencia de que se respete la libertad y se respete la democracia, que sean los ciudadanos sin presión los que decidan sobre el futuro de México.
Esto nos llena de esperanza, de saber que vamos a lograr corregir el rumbo de México”, dijo Cortés Mendoza.

El panista también defendió que el único orador previsto para el acto sea el ex presidente del INE, Lorenzo Córdova. “El gobierno y Morena la descalificaron siendo cualquiera el orador. Nosotros festejamos que sea Lorenzo Córdova, porque él defendió al INE. Y la anterior manifestación fue ‘el INE no se toca’. Y Lorenzo Córdova fue actor para defender al árbitro electoral en México. Entonces él merece ser hoy, quien, les hable a millones de mexicanos, a quienes estaremos físicamente aquí y a quienes lo verán por televisión o por redes sociales”, agregó.

En tanto, el líder perredista aseveró que “venimos como ciudadanos comunes y corrientes, pero insisto, los ciudadanos construimos la democracia y las instituciones”.

Antes del arranque del acto, los restaurantes de la zona lucieron completamente llenos con muchos de los asistentes. A la par, alrededor del primer cuadro de la ciudad se observaron decenas de camiones en las que fueron trasladados muchos de quienes acudieron ataviados de color rosa.