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Los conceptos tradicionales de pobreza y pobreza extrema en México se encuentran rebasados para capturar su verdadera dinámica y realizar política pública enfocada a atender esas brechas sociales, señaló el Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

Indicó que la evidencia está en que a lo largo de una década casi la mitad de los mexicanos entraron y salieron de la pobreza en algún momento, pero uno de cada cuatro se quedó en ella de manera crónica, de acuerdo con los estudios realizados.

También 6.8 por ciento de la población quedó “atrapado en la pobreza extrema de forma crónica”, halló Graciela Teruel, directora de la División de Estudios Sociales de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, en un estudio que a lo largo de casi una década dio seguimiento a los movimientos de la pobreza en México.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) considera pobres multidimensionales a quienes tienen al menos una carencia social –ya sea rezago educativo promedio en el hogar, acceso a los servicios de salud, calidad y espacios de la vivienda, acceso a los servicios básicos en la vivienda, o acceso a la alimentación—; y cuyos ingresos se encuentran por debajo de la línea de bienestar económico, es decir, lo suficiente para adquirir las canastas alimentaria y la de bienes y servicios.

La pobreza multidimensional extrema implica que al menos se tienen tres carencias y el ingreso no alcanza a cubrir el costo de la canasta básica alimentaria. Teruel destaca la medición estática de la pobreza muestra una tasa cercana a 50 por ciento, pero sólo 23.9 por ciento resulta pobre en todos los periodos.