Seleccionar página

Tres buques cargados con 57 mil toneladas de maíz zarparon este viernes de Ucrania gracias a un acuerdo negociado con mediación de la ONU y Turquía para que Rusia levante el bloqueo de los puertos ucranianos. El zarpazo se dio en paralelo a una reunión entre los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Purin y Recep Tayyip Erdogan.

Amnistía Internacional (AI) ratificó por su lado las críticas contra Ucrania, por establecer instalaciones militares en escuelas y hospitales desde el inicio de la invasión rusa, a finales de febrero. «Creo que [la reunión de hoy] abrirá una página completamente diferente en las relaciones turco-rusas», dijo el presidente turco al comienzo de las conversaciones en Sochi.

Por su parte, Putin expresó la esperanza de un acuerdo para impulsar el desarrollo» de los lazos comerciales y económicos» entre ambos países y agradeció a Erdogan que ayude a orquestar la reanudación de los envíos de granos de Ucrania. Cinco días después de la salida del primer buque con grano del puerto ucraniano de Odesa desde el inicio de la invasión rusa, otros tres cargamentos salieron de Ucrania en convoy.

Con ellos se inicia una serie de rotaciones regulares para abastecer los mercados agrícolas, anunció el ministerio de Defensa turco. El primer navío, que salió el 1 de agosto, está previsto que llegue a Líbano el domingo, informó el viernes la agencia de prensa libanesa NNA.

Los tres siguientes barcos desembarcaron en Irlanda, Inglaterra y Turquía, informó el ministerio en un comunicado. Al mismo tiempo, un buque de carga se dirige al puerto ucraniano de Chernomorsk para cargar grano, según el ministerio.

«Nuestro principal objetivo es aumentar el volumen de transbordo en nuestros puertos. Tenemos que procesar 100 transbordos al mes para poder exportar la cantidad necesaria de productos alimenticios», declaró el ministro de Infraestructuras ucraniano, Oleksandr Kubrakov.

El envío de granos a los mercados mundiales pudo reanudarse gracias a un acuerdo entre Kiev y Moscú mediado por Turquía y la ONU, en un intento de aliviar la crisis alimentaria que ha disparado los precios de los alimentos.