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China expresó su profundo malestar por la mención sobre las cuestiones del Mar Oriental y del Sur de China en una declaración del Grupo de los Siete (G7), al que calificó de hacer comentarios irresponsables.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang, indicó que el comunicado emitido después de la cumbre del G7, interfiere en los asuntos del Mar Oriental de China y el Mar Meridional de China bajo la apariencia del derecho internacional.

La cumbre 2017 concluyó con un comunicado conjunto, diciendo que los miembros del G7 están comprometidos a «mantener un orden basado en normas en el dominio marítimo con base en los principios del derecho internacional», y expresando preocupaciones por la situación en el Mar Oriental de China y el Mar Meridional de China.

La posición de Beijing sobre los asuntos del Mar Oriental de China y el Mar Meridional de China es clara y consistente, comentó Lu, según el diario oficial chino Global Times.

China se ha comprometido a manejar apropiadamente las disputas, consolidar la cooperación, y salvaguardar la paz y la estabilidad del Mar Oriental de China y el Mar Meridional de China a través de conversaciones y consultas directamente con las partes concernientes

Lu exhortó al G7 a entender la situación, apegarse a la promesa de no tomar postura sobre las disputas correspondientes a la zona, respetar plenamente los esfuerzos hechos por los países en la región para manejar las disputas, y dejar de hacer declaraciones irresponsables.

El G7 está formado por los Estados Unidos, Francia, Canadá, Alemania, Gran Bretaña, Italia y Japón.

China tiene una disputa con Japón sobre un grupo de islotes deshabitados en el Mar Oriental de China.

Las extensas reclamaciones de Beijing al Mar del Sur de China también son desafiadas por Brunei, Malasia, Filipinas y Vietnam, así como por Taiwán.

China reclama casi el 90 por ciento del mar de la China Meridional, incluidas zonas cercanas a las costas de muchos países del Sudeste Asiático, incluidos Vietnam y Filipinas.

El país asiático que denuncia los «actos provocativos» de Estados Unidos en el mar del Sur de China, afirma que Filipinas y Vietnam se aprovechan del apoyo de Washington para avivar la tensión en la región.

Beijing critica también, la posición de Washington respecto al litigio marítimo entre China y Japón en el mar Oriental, advirtiendo que la injerencia estadounidense en este tema podría «intensificar la disputa».

Estados Unidos ha criticado la construcción de islas por parte de China y la construcción de instalaciones militares en el Mar de China Meridional, preocupadas de que puedan utilizarse para restringir la libre circulación y ampliar el alcance estratégico de Beijing.

La Corte de Arbitraje Internacional de La Haya dictaminó el 12 de julio pasado que no existe base legal para las reclamaciones que presenta Beijing, pero no reconoce ni acepta ese dictamen.

A principios de esta semana, un buque de guerra de la Marina de Estados Unidos llevó a cabo un llamado ejercicio de libertad de navegación cerca de Mischief Reef en las disputadas Islas Spratly.

La maniobra, la primera bajo la administración del presidente Donald Trump, provocó una respuesta airada del régimen chino.